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martes, 27 de mayo de 2014

Tratamiento clínico-quirúrgico del absceso basado en evidencias

Revisión clínica y Serie, ¿Cómo se hace?: Los pasos a seguir basados en las evidencias clínicas disponibles, una guía para la toma de decisiones. Se describen el diagnóstico procedimiento y la técnica quirúrgica. Abordaje de un cuadro muy frecuente.

Dres. Korownyk C, Allan GM. Can Fam Physician 2007;53:1680-1684.
Fitch MT, Manthey DE, McGinnis HD. NEJM 2007;357:e20. incluye Video NEJM Haga click aquí






Resumen


Incisión y drenaje es el tratamiento de elección para los abscesos cutáneos. A pesar de la falta de pruebas, la mayoría de los expertos recomiendan el riego, rompiendo de loculaciones, y el embalaje tras incisión y drenaje. No se recomienda el cierre primario.

La evidencia no apoya el uso de antibióticos por vía oral después de drenaje quirúrgico. No se recomienda el hisopado de rutina para la cultura en los individuos inmunocompetentes.





Introducción


La incidencia de abscesos cutáneos oscila entre el 2,5% y el 21,5%, para la población en general y para quienes se administran sustancias intravenosas. Existe cierta controversia respecto de algunas medidas como el uso de anestesia, la necesidad de tomar cultivos, el tratamiento empírico con antibióticos y el cierre de la herida quirúrgica por primera o segunda intención. Todos estos aspectos son analizados en esta revisión obtenida por los autores de PubMed, de EMBASE y de la Cochrane Library.



Mensaje principal


Control del dolor: En general y a pesar de la administración de anestesia, la mayoría de los pacientes consideran que el procedimiento de incisión y drenaje (I&D) de un absceso cutáneo es por su intensidad la segunda causa de dolor en un servicio de guardia. Como la anestesia local es poco eficaz en el medio ácido de un absceso algunos tratados recomiendan realizar infiltración en el perímetro de tejido que rodea al absceso. El dolor del procedimiento no es debido a la incisión sino a la ruptura de los espacios con contenido purulento. El bienestar del paciente durante esta parte de la I&D es importante para asegurar que la zona ha sido totalmente examinada y evacuado el material purulento y necrótico.



Tratamiento quirúrgico: Existe amplia variación sobre la colocación y el tiempo de permanencia de drenajes que oscila entre 24 horas y 7 días. Indicaciones


Las infecciones de la piel y de los tejidos blandos, incluyendo los abscesos cutáneos, son una patología frecuente entre los pacientes que acuden a los centros de salud y departamentos de urgencia. Los abscesos cutáneos se pueden localizar en cualquier parte del cuerpo, pero habitualmente se encuentran en la axila, las nalgas y las extremidades. La incisión y el drenaje constituyen el tratamiento principal, mientras que el tratamiento exclusivo con antibióticos es inadecuado por tratase de colecciones multiloculadas.

La incisión y drenaje de un absceso es generalmente un procedimiento ambulatorio y la mayoría de los abscesos sin componente de celulitis se pueden tratar sin antibióticos. Las infecciones cutáneas que requieren tratamiento con antibióticos están fuera de la consideración de este artículo.

El primer paso para un tratamiento exitoso es el diagnóstico del absceso. La mayoría de estas lesiones son dolorosas, fluctuantes o eritematosas con induración. El examen físico de la zona afectada permite el diagnóstico sobre la base hinchazón, dolor, enrojecimiento y fluctuación. Cuando el examen físico no es categórico se puede punzar el absceso y observar si viene contenido purulento.


La ecografía es una herramienta útil para identificar áreas localizadas de líquido bajo la piel que pueden representar zonas aisladas de infección. También sirve para establecer las dimensiones del absceso.


Una vez realizado el diagnóstico es preciso determinar si debe ser evacuado o no. La mayoría de los abscesos cutáneos tienen indicación de incisión y drenaje cuando superan un diámetro de 5 mm y son accesibles.


Contraindicaciones


Los abscesos extremadamente grandes o profundos en zonas difíciles para la anestesia conviene tratarlos en un quirófano. La celulitis sin absceso no tiene indicación quirúrgica. 


La bacteriemia transitoria asociada con la incisión y el drenaje puede necesitar tratamiento preoperatorio con antibióticos y se reconsiderará el momento del procedimiento en pacientes con riesgo de endocarditis bacteriana, como puede ocurrir en individuos que tienen alteraciones anatómicas de las válvulas cardíacas o injertos valvulares. 



En los casos donde la zona de localización del absceso puede tener implicancias cosméticas, como el rostro o la mama, es conveniente consultar con el especialista. Asimismo, los abscesos en la palma de la mano, la planta del pie, o los pliegues nasolabiales, pueden generar complicaciones y conviene consultar con el especialista apropiado.


Equipamiento


Es necesario evitar el contacto con los fluidos corporales, por lo tanto el cirujano y participantes deberán utilizar guantes y barbijo. Si bien no es imprescindible una asepsia estricta en una herida infectada, debido a la era de resistencia bacteriana a los antibióticos, es necesario utilizar instrumental estéril. 


El material quirúrgico es similar al que se emplea para la reparación de heridas cortantes. El siguiente, es el instrumental necesario:




                                        Material quirúrgico 

  • Bisturí con hoja 11 o 15.
  • Pinza curva de hemostasia.
  • Solución salina normal en recipiente estéril.
  • Una jeringa grande con un catéter calibre 18 para irrigación.     
  • Hisopo para obtener material para cultivo.
  • Gasas y compresas.
  • Tijera.
  • Cinta adhesiva.   






Para la preparación y la anestesia, se debe hacer antisepsia del campo quirúrgico con un agente adecuado y con gasa estéril. La anestesia se realiza por infiltración local con una jeringa de 5-10 cc y una aguja de calibre 25-30. La lidocaína al 1% es un anestésico adecuado. La combinación de lidocaína con epinefrina tiene la ventaja de reducir la hemorragia y aumentar el tiempo del efecto anestésico. Esta asociación está contraindicada en territorios irrigados por una sola arteria. La bupivacaína es otra opción que ofrece un tiempo de anestesia más prolongado.


Preparación


En primer término se debe obtener el consentimiento escrito del paciente y discutir con él los riesgos y beneficios del procedimiento. No omitir la posibilidad de dolor, hemorragia y formación de cicatrices antiestéticas. El operador se asegurará que está tratando al paciente correcto, que identificó el lugar preciso del absceso, que cuenta con la autorización del paciente y con todo el equipo necesario.


Las manos se lavan con un jabón bactericida y se utilizan guantes y barbijo. Conviene disponer de anteojos protectores especialmente en los abscesos donde el contenido está bajo presión. Colocar el equipamiento al borde de la cama y al paciente en una posición cómoda de manera tal que la zona del absceso sea de fácil acceso y con iluminación adecuada.



Realizar la asepsia del campo quirúrgico preferentemente con povidona yodada, comenzando en la cúpula del absceso y hacia la periferia en forma circular. Disponer de un extenso campo quirúrgico. Introducir la aguja para la anestesia calibre 25-30 inmediatamente debajo y paralela a la piel. El anestésico se introducirá en la dermis de la parte superior del absceso.




Procedimiento quirúrgico

  • Incidir el absceso en su centro orientando la incisión en el eje mayor de la colección líquida. Al ingresar al absceso comenzará a salir líquido purulento. No incidir el piso del absceso para evitar hemorragias. 
  • Para lograr una cicatriz cosmética conviene hacer la incisión en forma paralela a las líneas de tensión de la piel. La incisión será de una extensión suficiente para que: a) se puedan romper los tabicamientos haciendo movimientos circulares con una pinza curva, b) lograr el drenaje total del absceso y c) poder introducir material para empaquetar la cavidad. 
  • Si se considera necesario, se obtendrá material de cultivo utilizando un hisopo o jeringa. El cultivo es útil en los casos en que el absceso se complica ya que permite tratar al germen con el antibiótico adecuado.
  • Irrigar suavemente la cavidad con solución salina hasta obtener un líquido claro. Introducir una tira de gasa con o sin yodoformo hasta empaquetar parcialmente la cavidad para que la herida continúe drenando y cicatrice por segunda intención.

Cuidado posoperatorio


En general, si se logró evacuar satisfactoriamente el absceso se puede prescindir de antibióticos. Los pacientes que tienen una celulitis extensa más allá de la zona del absceso y presentan condiciones mórbidas asociadas pueden requerir antibióticos. En estos casos, conviene ajustarse a los resultados del cultivo y del antibiograma. 



Se ha observado un aumento de la tasa de abscesos cutáneos donde el agente causal es el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina.


Cubrir la herida con gasas estériles. El empleo de antibióticos locales es de beneficio discutible. Asegurar que el paciente está debidamente vacunado contra el tétano.


Instruir al paciente para que concurra antes de la fecha que se le indicó en caso de que empeoren los signos locales (enrojecimiento, edema) o se instale un cuadro febril.



Complicaciones 


El ambiente local ácido de la zona infectada reduce la eficacia de la anestesia y generalmente se deben hacer administraciones adicionales. El progreso hacia una celulitis periférica o linfangitis, fiebre u otros signos de empeoramiento sugieren que se debe repetir la incisión y el drenaje y descartar factores de riesgo subyacentes como colonización por estafilococos o trastornos inmunológicos, anatómicos o infecciosos. 




   Video sobre incisión y drenaje de absceso del New England Journal Medicine


                              Para acceder al video, haga click aquí

                                                                                                                                                         

Cultivo del material extraído. La aspiración puede ser útil para diferenciar el absceso de una celulitis y aporta una mejor muestra para cultivo. La evidencia sugiere que la obtención rutinaria de cultivos no modifica el tratamiento ni los resultados. Varios estudios recientes demostraron que la mayoría de los pacientes mejoran aunque el agente patógeno sea resistente al tratamiento empírico con antibióticos. Por lo tanto, sin una evidencia concreta, el cultivo de material no se recomienda en individuos con un sistema inmunitario normal y sin otros factores de riesgo.

Tratamiento empírico con antibióticos. No se dispone de grandes estudios aleatorios que demuestren el verdadero beneficio de la administración de antibióticos para el tratamiento de un absceso. No existe respaldo basado en la evidencia para el tratamiento empírico con un antibiótico “simple”.



Recientemente, un estudio prospectivo en un gran grupo comunitario con infecciones de la piel y de los tejidos blandos, mostró que el 57% de las infecciones por Staphylococcus aureus resistente a la meticilina (SARM) eran resistentes a los antibióticos prescritos. 



Otros autores observaron que aunque el germen era resistente al antibiótico prescripto empíricamente (generalmente infecciones por SARM), no se produjo un aumento de la tasa de consultas, de necesidad de subsiguientes I&D, o de cambios por otro antibiótico. 



La Cochrane Library revisó 60 estudios donde se comparaban entre sí dos diferentes antibióticos y no se observaron ventajas de unos sobre otros, incluso un trabajo que comparó un antibiótico con placebo.

Actualmente, se acepta que el tratamiento empírico con antibióticos estaría indicado en pacientes inmunosuprimidos, con grandes abscesos y zonas extensas de celulitis.


El aumento de SARM en las comunidades 


Antes de 2000, las infecciones por SARM eran infrecuentes y no superaban el 3% de las infecciones de tejidos blandos y de la piel. En los 5 años siguientes se observó un aumento importante de infecciones por SARM y actualmente, al menos en Estados Unidos es el patógeno más frecuentemente hallado en el material de los abscesos. Además, se observó un aumento de la virulencia del SARM en relación con el Staphylococcus aureus sensible a la meticilina. Esto podría deberse, al menos en parte, al factor de virulencia Panton-Valentine leucocidina del SARM que forma poros en la membrana celular de los leucocitos y es mediador de la necrosis tisular.



También se observó que el SARM es responsable de la neumonía necrotizante, la sepsis e incluso la muerte. 



Los agentes que habitualmente son eficaces contra el SARM incluyen a la trimetoprima- sulfametoxazol, la tetraciclina y la clindamicina.


Varios estudios demostraron que la administración de antibióticos después de la I&D de un absceso causado por infección de SARM, produce los mismos resultados independientemente de que sean o no eficaces sobre la bacteria.


Drenaje libre versus cierre inmediato


El cierre inmediato de la incisión una vez efectuado el drenaje, además de ser un procedimiento doloroso en una zona de escasa respuesta a la anestesia, no demostró ofrecer mayores ventajas que el cierre por segunda intención.


Resumen del tratamiento de un absceso


Ante un/a paciente en buen estado de salud general sin inmunosupresión que se presenta con un absceso fluctuante rodeado de una zona de eritema e induración dolorosa, el procedimiento más indicado a seguir es:



Tratamiento de un absceso
  • Preparación del campo quirúrgico. 
  • Infiltración con lidocaína al 1% en el perímetro del absceso a 1 cm de distancia del borde eritematoso. 
  • Incisión del absceso a lo largo de su mayor diámetro. 
  • Ruptura de los tabicamientos con una pinza hemostática curva. 
  • Irrigación de la cavidad con solución salina. 
  • Empaquetado de la cavidad con gasa yodoformada y colocación de un apósito. 
  • Control en 48 horas y extracción de la gasa.




En conclusión, en un paciente con sistema inmunitario intacto y sin factores de riesgo importantes, la I&D bajo anestesia local es generalmente suficiente para tratar un absceso. No existen evidencias que justifiquen el uso de antibióticos que por otra parte pueden generar resistencia a estos agentes.



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