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martes, 2 de septiembre de 2014

Síndrome de la mochila   


Efectos de la edad y el sexo en el peso y el uso de mochilas: Rigurosa revisión de las evidencias acerca de los daños y consecuencias del uso de mochilas inadecuadas. 

Autor(es): Dres. Eleftherios Kellis, María Emmanouilidou


Resumen



  • El uso de mochilas escolares con un peso excesivo puede traer consecuencias en la salud física del niño. 
  • Esta situación se ve favorecida por la menor edad y el sexo del niño, pero también por las exigencias del plan de estudios y las pautas culturales de cada país en particular. 
  • En muchos países, las normas ergonómicas determinan el peso de elevación máxima en el trabajo para los adultos. Para los niños y adolescentes jóvenes, no existe una norma similar. 
  • Para el conocimiento de los autores, no existen directrices específicas para el peso máximo de las mochilas escolares en las escuelas griegas. La experiencia de los autores indica que los estudiantes de primaria tienden a llevar todos sus libros a la escuela todos los días. Además, el peso de las mochilas y las características de su transporte diario son en gran parte dependientes del plan de estudios de la escuela, de la cultura del país de padres y estudiantes y del  área examinada. 
  • Finalmente algunos consejos y orientaciones de los autores respecto al tema expuesto en este artículo.


                                                                                                                                                                


Introducción

Con frecuencia se considera que el peso excesivo de la mochila escolar tiene efectos negativos sobre la postura y que podría inducir a dolor. Sin embargo, la investigación previa sobre el uso de mochilas escolares se centró principalmente en los adolescentes, mientras que existe poca información con respecto a los problemas que ocasionan las mochilas en niños pequeños en edad escolar. Del mismo modo, las diferencias de sexo relacionadas con el uso de mochilas aún no han sido investigadas profundamente. A medida que el niño crece, el desarrollo del sistema musculo-esquelético pasa por diferentes fases. Particularmente, la estatura del esqueleto, el peso corporal (PC), y la altura muestran un aumento constante desde los 5 años de edad en adelante hasta aproximadamente los 10 a 11 años de edad. La tasa de crecimiento muestra un pico (estirón) entre los 11 y los 15 años.

Sin embargo, los cambios en el PC durante el crecimiento no son tan proporcionales a los de la altura corporal. El PC aumenta a un ritmo más lento hasta la edad de 9 a 10 años y después el aumento de peso muestra una rápida aceleración cuando el niño entra en la pubertad. Por el contrario, la tasa de ganancia de altura permanece baja hasta el estirón del adolescente, momento en el que  inicia una rápida aceleración. Además, los patrones de crecimiento no son similares en todos los niños durante las fases prepuberal y puberal. La mayoría de los estudios han examinado el peso de las mochilas escolares en púberes. Para el conocimiento de los autores, sólo 2 estudios han examinado a niños menores de 9 años. Sin embargo, muchos estudiantes menores de 6 años reportan molestias causadas por el peso de las mochilas escolares. Esto indica que el problema del uso de mochilas pesadas puede comenzar a una edad más temprana, y que el efecto podría continuar hasta la adolescencia.

Más importante aún, debido a los patrones interindividuales de maduración y de estilos de vida, no está claro si el mismo peso (relativo) de la mochila tendría el mismo efecto en el sistema músculo-esquelético de un alumno de 5 años de edad, en comparación con el de un estudiante de 15 años. Además, los niños que asisten a la misma clase en la escuela pueden no tener características antropométricas y físicas similares. Por lo tanto, las respuestas con respecto al uso de mochilas y las percepciones sobre sus propias mochilas pueden variar entre los niños de  temprana edad y los adolescentes. Estudios previos han demostrado que más niñas que niños sienten que sus mochilas son pesadas.  Los hallazgos previos sobre las diferencias entre sexos relacionadas con el peso de las mochilas son contradictorios, ya que algunos datos sugieren una diferencia de sexo en el peso y el uso de mochilas, mientras que otros no han reportado ninguna diferencia. Sin embargo, está bien documentado que tanto la maduración como el crecimiento difieren entre varones y mujeres. Por ejemplo, la aceleración del crecimiento en estatura y peso se produce 2 años antes en las niñas que en los niños, y los niños tienen una mayor aceleración del crecimiento preadolescente. En base a esta evidencia, se podría plantear la hipótesis de que los efectos del peso de las mochilas escolares y las percepciones de los estudiantes pueden ser diferentes entre niños y niñas incluso si son de edad similar.

El tipo de mochila y su forma de transporte dependen de las preferencias de los estudiantes. Por otro lado, los estudiantes a menudo tienden a elegir su mochila según los criterios de la moda en vez de considerar sus características ergonómicas. Las tendencias de moda suelen ser específicas de cada país y edad. Por ejemplo, aunque algunos estudiantes tienden a llevar sus mochilas en ambos hombros, otros prefieren llevarlas en un solo. Es posible que los niños más pequeños elijan un método diferente para llevar sus bolsas en comparación con los alumnos mayores. De manera similar, los niños pueden preferir diferentes tipos de mochilas y formas de llevarlas en comparación con las niñas. Si este es el caso, entonces las directrices relativas al transporte de mochilas podrían ser específicas de sexo y edad. Para el conocimiento de los autores, las diferencias de edad y sexo en el peso de la mochila escolar no han sido examinadas previamente.

Los valores de peso de las mochilas en la literatura varían, siendo del 11,7% a 22% del PC. Los   valores de peso > 10% del PC se consideran a menudo como perjudiciales para los niños. Si este es el caso, entonces el uso de mochilas pesadas es un tema importante para la salud escolar y necesita un examen más detenido. Además, el peso y el uso de mochilas pueden variar de país a país. En particular, se han informado valores de peso de las mochilas muy altos en estudiantes italianos y en algunas escuelas de los Estados Unidos, mientras que se han reportado valores bajos (< 10% del PC) en escuelas de África del Norte, del Reino Unido, y en algunas de Estados Unidos. Esto sugiere que el uso de mochilas pesadas es un problema internacional, y que la provisión de guías de seguridad para los niños requiere de un cuidadoso examen de las diferencias internacionales.

Los objetivos de este estudio transversal fueron (1) examinar las diferencias de edad en el peso y el uso de mochilas en estudiantes griegos de primaria y secundaria, (2) examinar si el uso de mochilas pesadas difiere entre niños y niñas, y (3) comparar los resultados entre estudios similares de diferentes naciones sobre el uso de mochilas escolares.

Métodos

Participantes
Cinco escuelas primarias (para niños de 6-11 años de edad) y 3  escuelas secundarias (para adolescentes de 12-14 años) participaron en este estudio. El protocolo de medición fue aprobado por el Departamento Nacional de Educación y el Comité de Ética de la Universidad. El estudio se llevó a cabo en la ciudad de Serres, Grecia. Las escuelas fueron seleccionadas al azar de 21 establecimientos públicos primarios y 12 secundarios en esta área, y todas siguieron el mismo plan de estudios.

Se brindó una explicación de los procedimientos del estudio, y se obtuvo el consentimiento escrito de los padres antes del inicio del mismo. Un total de 980 estudiantes se ofrecieron a participar. De ellos, 703 niños tuvieron el consentimiento de sus padres y se incluyeron en el estudio.

Los estudiantes fueron divididos en 3 grupos de edad (Grupo 1: 6-8 años de edad, Grupo 2: 9-11 años de edad, y Grupo 3: 12-14 años de edad) para permitir el examen de las diferencias de edad en cada variable. Esta formación de los grupos de edad se basó en los siguientes factores:

(1) El plan de estudios; por ejemplo, los niños que asisten a los 3 primeros grados de la escuela primaria (6-8 años de edad) tienen un programa diario muy similar, por lo tanto, se esperarían pequeñas diferencias en los pesos de las mochilas entre ellos.

(2) La tasa de crecimiento parece ser relativamente similar entre los 6 y aproximadamente los 10 a 11 años de edad, incrementándose desde los 11 años de edad en adelante.

(3) Las cuestiones prácticas relacionadas con el sistema educativo, es decir, los niños de 6 a 11 años de edad asisten a la escuela primaria, mientras que los adolescentes de 12 a 14 años de edad van a la escuela secundaria.

Por consiguiente, la mezcla de estudiantes de escuelas primarias de 11 años de edad con estudiantes de escuelas secundarias de 12 años de edad es prácticamente muy difícil, y parece no tener ningún significado práctico debido a que el plan de estudios y la cultura difieren marcadamente entre las escuelas primarias y secundarias.

Equipamiento
La estatura se midió con una precisión de 0,1 cm utilizando un estadímetro portátil Harpenden (Holtain Ltd, Crosswell,UK). La altura de pie se midió con el alumno descalzo. El peso corporal y el peso de la mochila se midieron con balanzas electrónicas (Wedderburn, Southampton, Reino Unido) con una precisión de ± 0,1 kg.

Medidas
El PC, la altura y el peso de la mochila escolar se evaluaron directamente. Se registró el valor promedio de 3 mediciones. Posteriormente, se estimó el índice de masa corporal (IMC, en kilogramos por metro cuadrado).

El tipo de mochila, el método y el momento de portación, los elementos incluidos, y la percepción subjetiva de la carga de la mochila se obtuvieron utilizando un cuestionario. El cuestionario consistió en 11 preguntas de final abierto y cerrado. Las percepciones de los participantes sobre la carga se evaluaron contestando las siguientes preguntas:

"Durante las últimas 4 semanas, ¿sentiste que llevar tu mochila te hacía sentir cansado?"

"¿Durante las últimas 4 semanas, mientras llevabas tu mochila a la escuela, sentiste que estaba pesada?" (nunca, a veces, a menudo o siempre).

Procedimientos
Los datos fueron recolectados en un día típico de escuela, de modo que se registró el peso real de la mochila. Un día escolar típico comenzó a las 8:15 AM y terminó a las 1:30 PM, a excepción de los alumnos de primer grado, cuya jornada escolar terminó a las 12:20 PM. Todos los estudiantes y las escuelas no se midieron en la misma ocasión.

En base al plan de estudios de la escuela y después de la discusión con los directores, todos los estudiantes de un mismo grado se evaluaron en el mismo día de la semana para garantizar que la carga diaria fuera la misma para todos los estudiantes de la misma clase. Ni los estudiantes ni sus padres eran conscientes de la fecha en que se llevaría a cabo la medición del peso de las mochilas para asegurar que los puntajes de los pesos de las mismas representaran las cargas típicas diarias.

Las mediciones de peso fueron tomadas el mismo día y por el mismo investigador. Los cuestionarios se distribuyeron y se completaron en el mismo día. Se aseguró la confidencialidad durante la sesión experimental.

Confiabilidad
En un estudio piloto, se redistribuyó el cuestionario entre 90 sujetos elegidos al azar en un día diferente. La confiabilidad se determinó utilizando el coeficiente de correlación intraclase. Los coeficientes de correlación intraclase variaron de 0,79 a 0,99, indicando una fiabilidad aceptable.

Análisis de datos
El peso absoluto (en kilogramos) y relativo (% del PC) de la mochila escolar, el tipo de mochila, el método de transporte, y la percepciones de los estudiantes de la carga de la mochila se analizaron adicionalmente. Se utilizó un análisis de varianza de 2 vías para examinar los efectos de la edad y del sexo en el peso absoluto y relativo de la mochila. Los efectos de la edad y el sexo sobre el tipo y el método de transporte de la mochila y las percepciones de los estudiantes se examinaron utilizando pruebas de x2.

Aunque no hay un límite "seguro" de peso comúnmente aceptado, numerosos estudios han considerado que las mochilas con un peso mayor al 10% del PC pueden aumentar el riesgo de dolor musculo-esquelético y de problemas relacionados. Esto parece estar avalado por estudios biomecánicos en niños que demostraron cambios en la postura y en el ángulo cráneo-vertebral, aumento de la frecuencia respiratoria, disminución en la longitud del paso, y aumento de la frecuencia del paso cuando se transportan mochilas que pesan > 10% del PC. De acuerdo con la práctica anterior, se dividió la muestra en los estudiantes que llevaban mochilas con un peso > al 10% del PC (mochilas pesadas) y en aquellos que llevaban mochilas con un peso < al 10% del PC.

Las correlaciones significativas de las mochilas pesadas se determinaron utilizando una regresión logística multinomial. Además, se aplicó un modelo de regresión logística para examinar las asociaciones entre las percepciones de mochila pesada y la edad, el sexo, el IMC, el peso de la mochila, el momento de transporte de la mochila, el peso relativo de la mochila, el tipo de mochila, y los métodos para transportarla. Se utilizó un modelo de regresión separado para examinar las correlaciones significativas de la percepción de fatiga durante el transporte de la mochila. El nivel de significación se fijó en un valor de p < 0 0,05.

Resultados

Medidas de peso de las mochilas
El peso absoluto medio de la mochila transportado por el total de la muestra fue de 5,30 ± 1,25 kg (intervalo de confianza del 95% = 5,20 – 5,39 kg). El valor relativo correspondiente fue de 12,71% ± 4,1% (IC 95% = 12,41% -13,01% del PC). El análisis de varianza indicó efectos de interacción de 2 vías no significativos sobre el peso absoluto y relativo de la mochila (p > 0,05). Hubo una relación F significativa para la edad (F2,696 = 115,32, p < 0,0001) en el peso absoluto de la mochila. Las pruebas de Scheffe post hoc indicaron que el grupo 1 (niños más pequeños) demostró un peso absoluto de la mochila significativamente menor en comparación con los grupos 2 y 3. Además, el grupo 2 mostró un peso de la mochila significativamente menor en comparación con el grupo 3.

Con respecto al peso relativo de la mochila (% del PC), hubo una relación F significativa para el sexo (F1,696 = 4,655, p < 0,05) y la edad (F2,696 = 99,635, p < 0,0001). Las niñas transportaron mochilas más pesadas que los niños. Las pruebas de Scheffe post hoc indicaron que el peso relativo de la mochila fue significativamente mayor en el grupo más joven en comparación con los otros grupos de edad.

Tipo de mochila escolar
El tipo de mochila más comúnmente reportado fue la mochila con 2 correas (88,8%), con la mayoría de los estudiantes (89,3%) llevándola en ambos hombros. Se hallaron efectos significativos del sexo (x2 = 12,235; p ≤ 0,05) y la edad (x2 = 46,270; p < 0,0001) sobre el tipo de mochila. Más niños llevaron mochilas con 2 correas en comparación con las niñas. Para los grupos 1 y 2, un mayor porcentaje de niñas llevó mochilas con ruedas en comparación con los varones. Para el grupo 3, un mayor porcentaje de niñas utilizó una cartera o bolso de un solo hombro en comparación con los varones.


En cuanto a las comparaciones entre los grupos de edad, un mayor porcentaje de niños de los grupos 1 y 2 utilizó mochilas con correas y mochilas con ruedas en comparación con los del grupo 3 (p < 0,05). Además, más sujetos de los grupos 2 y 3 utilizaron mochilas de una correa y bolsos deportivos en comparación con los del grupo 1. Además, un porcentaje significativamente mayor de estudiantes del grupo 3 utilizó carteras o bolsos de un solo hombro en comparación con los grupos de alumnos más jóvenes.

Método de transporte de la mochila
Los resultados no indicaron efectos de sexo estadísticamente significativos (p ≤ 0,05), y por lo tanto los datos se combinaron entre los sexos. La mayoría de los estudiantes llevaba su bolso en ambos hombros (p ≤ 0,05). Además, hubo un efecto de edad significativo (x2 = 39,481; p < 0,0001) debido a que un menor porcentaje de sujetos del grupo 3 llevaba su mochila en ambos hombros en comparación con los grupos más jóvenes. Por el contrario, más sujetos del grupo 3 llevaban sus mochilas en un hombro o de lado en comparación con los de los grupos 1 y 2 (p < 0,001).

Modo de llevar la mochila
La mayoría de los participantes (n = 534, 76%) viajaron desde y hacia la escuela a pie. El tiempo medio de transporte fue de 8,7 ± 5,41 minutos. Un 43,7% de los estudiantes reportaron que su mochila era siempre o frecuentemente pesada. Con respecto a esta medición,  se produjo un importante efecto del sexo debido a que más niñas que niños se quejaron del peso de sus mochilas (x2 = 21,759, p < 0,0001).

Percepciones de la mochila
Un 28,2% de los estudiantes reportaron que se sentían siempre o frecuentemente fatigados a causa del transporte de la mochila. Se halló un efecto de sexo significativo debido a que más niñas sintieron fatiga en comparación con los niños (x2 = 12,932, p < 0,05).

Regresión
Tras el ajuste multivariable, la edad, el sexo y el IMC se identificaron como las características más importantes asociadas con el uso de una mochila pesada. Particularmente, en comparación con los estudiantes de entre 12 y 14 años de edad, los de 6 a 8 años y los de 9 a 11 años de edad tuvieron una probabilidad 5 veces y 4 veces mayor de utilizar una mochila pesada, respectivamente. En comparación con las mujeres, los varones tuvieron una probabilidad 50% menor de llevar cargas pesadas. Además, los estudiantes con un IMC > 25 tuvieron una probabilidad 11 veces mayor de llevar mochilas con un peso superior al 10% límite del PC. No se encontró asociación entre las mochilas pesadas y el tipo o método de transporte de las mismas.

Los resultados de los modelos de regresión multinomiales mostraron que la edad y el sexo fueron las variables asociadas más significativamente con la percepción del uso de mochilas pesadas y fatiga al transportar las mochilas (p < 0,05). En concreto, los niños de 6 a 8 años y de 9 a 11 años fueron 2 y 1,3 veces más propensos a experimentar fatiga al transportar su mochila en comparación con los estudiantes de 12 a 14 años de edad. Entre los grupos de edad se hallaron diferencias similares, pero ligeramente más pequeñas, en las percepciones del uso de mochilas pesadas. En comparación con las niñas, los varones tuvieron una probabilidad 50% menor de sentir fatiga durante el transporte de la mochila o de sentir que sus mochilas eran pesadas (p ≤ 0,05). Finalmente, hubo una correlación significativa (p ≤ 0,05) entre la duración del transporte de la mochila y la sensación de fatiga y de pesadez de la mochila de los estudiantes.

Discusión

Los resultados de este estudio indicaron que (1) la edad y el sexo tuvieron un efecto significativo sobre el peso de las mochila en base al método de transporte de la mochila y las percepciones sobre el peso de la misma y (2) el uso de mochilas pesadas varía según los países, dependiendo del sistema escolar, la ubicación geográfica, y la cultura nacional.

Efectos de la edad sobre el uso de la mochila
Los resultados de este estudio indicaron que el peso relativo de la mochila fue significativamente mayor en el grupo de edad más joven. El modelo de regresión mostró que los estudiantes más jóvenes fueron casi 5 veces más propensos a llevar mochilas pesadas que los niños mayores.

Dos factores pueden ser responsables de esta constatación: en primer lugar, los estudiantes más jóvenes tienden a llevar todos sus libros a la escuela (en lugar de los elementos esenciales), y segundo, el peso de los libros determinado por el currículo nacional puede no ser apropiado para los primeros grados de la escuela primaria.

Este es un hallazgo interesante porque la mayoría de los estudios previos han considerado que el problema de las mochilas pesadas se relaciona con los adolescentes. Si las mochilas pesadas representan un problema que comienza desde la edad escolar temprana, entonces parece que las mismas podrían actuar de forma acumulativa durante toda la infancia y la maduración esquelética. Se debe mencionar, sin embargo, que Forjuoh y col., en un estudio similar, hallaron resultados opuestos a los actuales. Esto sugiere que los resultados del presente estudio pueden ser válidos sólo para los estudiantes griegos. A pesar de esto, el presente hallazgo sugiere que deberá realizarse un esfuerzo adicional de forma que los estudiantes más jóvenes y sus padres estén mejor informados sobre las diferentes formas de reducción del peso de la mochila. Las mochilas están diseñadas para ser utilizadas sobre los 2 hombros para distribuir el peso de manera uniforme sobre la columna vertebral y los hombros. Del mismo modo, los profesionales de la salud han desalentado a los estudiantes de llevar mochilas en un solo hombro porque eso crea una alta torsión alrededor de la columna vertebral, y también puede conducir a mayores cargas musculo-esqueléticas locales.

Los resultados de los autores indican que la mayoría de los estudiantes utiliza una técnica segura para llevar sus mochilas, y el método de transporte de la mochila no mostró una correlación significativa con la percepción de fatiga. Vale la pena aclarar, sin embargo, que el porcentaje de estudiantes que llevaban sus mochilas en ambos hombros fue menor en el grupo de estudiantes mayores en comparación con los grupos más jóvenes. Parece que una mayor proporción de los estudiantes mayores llevaba sus mochilas en un hombro o al lado del cuerpo en comparación con los grupos 1 y 2. Esto indica que los estudiantes de mayor edad tienden a utilizar técnicas que requieren más energía y que pueden imponer una mayor carga musculo-esquelética en comparación con los estudiantes más jóvenes. La necesidad de una educación más intensiva en cuanto al método de transporte para este grupo de edad puede asistir en la reducción de este problema.

Este estudio mostró que un número considerable de estudiantes se quejó del peso de sus mochilas, lo que coincide con hallazgos previos. Además, el análisis de regresión mostró que la edad se asoció significativamente con la percepción de fatiga. Para el conocimiento de los autores, este es el primer estudio que muestra que los niños menores de 8 años de edad son dos veces más propensos a experimentar fatiga en comparación con los niños mayores. Este hallazgo puede estar relacionado con la observación de que los estudiantes más jóvenes llevaban mochilas relativamente más pesadas que los estudiantes de mayor edad. Esto podría sugerir que los síntomas de malestar o dolor debido a las mochilas que se observan en adolescentes pueden ser el resultado de un proceso de larga evolución y no un fenómeno agudo. Investigación adicional podría examinar esta sugerencia usando diseños experimentales longitudinales.

Efectos del sexo sobre el uso de mochilas
El peso relativo de la mochila fue mayor en las niñas en comparación con los varones. Esta diferencia fue pequeña (< 1% del PC), y su importancia clínica es cuestionable. A pesar de ello, el análisis de regresión mostró que los niños tuvieron una probabilidad 50% menor de llevar mochilas pesadas en comparación con las niñas. Si los resultados anteriores se combinan, parecería que el uso de las mochilas escolares puede diferir entre las niñas y los niños. Sin embargo, se debe mencionar que estos resultados no coinciden con los de algunos estudios previos. Esta discrepancia indica que las diferencias de sexo pueden depender del país y del sistema educativo que se examina. Son necesarios más estudios para identificar los factores potenciales que pueden causar diferentes respuestas de género para la misma carga músculo-esquelética inducida por el peso de las mochilas escolares.

Estos resultados muestran que un porcentaje más bajo de niñas llevó mochilas en comparación con los varones. Además, también se observaron diferencias entre sexos en el tipo preferido de mochila por grupo de edad. Si las mochilas de dos correas causan menos molestias que otros tipos de bolsos, entonces parece que las niñas son más propensas a experimentar dolor y malestar que los varones. Sin embargo, se debe mencionar que las diferencias entre sexos observadas, aunque estadísticamente significativas, son pequeñas, y no pueden explicar completamente las diferencias potenciales en el dolor o malestar entre los niños y las niñas.

Más niñas sintieron “fatiga” y que su bolso era "pesado" en comparación con los varones. Como consecuencia de ello, el análisis de regresión mostró que, en comparación con los niños, las niñas fueron 50% más propensas a sentir fatiga mientras transportaban su mochila o a sentir que sus mochilas eran pesadas. Esto coincide con estudios anteriores, y podría ser atribuido a varios factores.

Primero: uno puede sugerir que esto es una consecuencia de las mochilas más pesadas transportadas por las niñas en comparación con los varones. Sin embargo, la diferencia, aunque estadísticamente significativa, fue pequeña (< 1% del PC).

En segundo lugar: es posible que los niños puedan elegir llevar o llenar su mochila de una manera diferente en comparación con las niñas. Sin embargo, estos resultados mostraron pequeñas diferencias entre sexos en el método de transporte o tipo de mochila, y ambas variables no se correlacionaron significativamente con la percepción de fatiga. Por consiguiente, las preferencias de los estudiantes relacionadas con el transporte de la mochila parecen ser similares para niños y niñas. La única diferencia entre sexos hallada fue que un número menor de niñas llevó mochilas en comparación con los varones. Si esto contribuye a menos síntomas de fatiga en los niños no está claro. Sin embargo, debido a que el método de transporte no mostró una asociación significativa con la percepción de fatiga, la posibilidad de que las diferencias de sexo en el uso de las mochilas generen distintos niveles de incomodidad parece poco probable.

En tercer lugar: es posible que alguna variación entre los niños y las niñas pueda deberse a diferencias en la maduración esquelética. Estos resultados no permiten establecer conclusiones seguras con respecto a este tema, ya que la maduración  esquelética no fue registrada.

En cuarto lugar: se ha sugerido que las niñas muestran aún un nivel más bajo de formación física en comparación con los niños y, por lo tanto, son más sensibles a la fatiga en comparación con los mismos. Si este es el caso, entonces son necesarias intervenciones específicas para mejorar los niveles de aptitud física de las niñas. Se requieren estudios adicionales para confirmar esta sugerencia registrando los efectos del sexo en el peso de las mochilas escolares en combinación con el nivel de actividad física de los estudiantes.

Por último, se debe mencionar que puede haber una gran cantidad de otros factores que afectan la percepción de fatiga. Estos factores podrían estar relacionados con la escuela (por ejemplo, cantidad de tarea para el hogar asignada, problemas interpersonales con los compañeros, ansiedad por evaluaciones), con cuestiones no escolares (por ejemplo, estrés familiar), o con la salud (por ejemplo, presencia de enfermedad grave o crónica). Investigaciones futuras podrían examinar el papel de cada uno de estos factores en las diferencias de sexo sobre la percepción de fatiga en los niños.

Comparación internacional de los efectos del uso de las mochilas
En muchos países, las normas ergonómicas determinan el peso de elevación máxima en el trabajo para los adultos. Para los niños y adolescentes jóvenes, no existe una norma similar. Para el conocimiento de los autores, no existen directrices específicas para el peso máximo de las mochilas escolares en las escuelas griegas. La experiencia de los autores indica que los estudiantes de primaria tienden a llevar todos sus libros a la escuela todos los días. Además, el peso de las mochilas y las características de su transporte diario son en gran parte dependientes del plan de estudios de la escuela, de la cultura del país de padres y estudiantes y del  área examinada.

Por lo tanto, las observaciones hechas por los estudiantes de Estados Unidos, Italia, y Nueva Zelanda, pueden no aplicarse en Grecia.

Las características antropométricas de la presente muestra son similares a las reportadas para los niños griegos. Por ejemplo, Mamalakis y col. reportaron valores de IMC 16,4, 17,4, y 20,3 para los niños de 6, 9, y 12 años de edad, respectivamente. En este estudio, el IMC fue de 17,9, 17,8, y 21,6 para los niños de 7, 10, y 13 años de edad, respectivamente. Karayiannis y col. reportaron que los varones griegos de 13,5 años de edad pesaban 57,2 kg, medían 166 cm de altura, y tenían un IMC de 20,7. Estos valores son muy similares a los de los niños del grupo de mayor edad  examinados en este estudio. Lo anterior sugiere que las características antropométricas de los niños de este estudio son representativas de los niños de Grecia.

En comparación con otros países, los niños examinados en este estudio fueron algo más pesados que los australianos y similares a los italianos. Sus características antropométricas también fueron similares a algunas escuelas de EE.UU., anque eran más livianos que otros niños de EE.UU. Además, los valores del IMC fueron ligeramente inferiores en comparación con los reportados por Grimmer y col. para los estudiantes australianos. Muchas investigaciones informaron de que las cargas son más pesadas que los límites recomendados. En las comparaciones de estos resultados con estudios previos se debe tener en cuenta que la mayoría de los estudios anteriores evaluaron niños prepúberes o púberes (edad mayor de 11 años). El valor promedio del peso de la mochila en este estudio (12,4% del PC) es ligeramente superior en comparación con el (10,6% del PC) reportado por Korovessis y col. para estudiantes adolescentes griegos. Las diferencias en el rango de edad y la metodología de las pruebas pueden explicar tales observaciones. La comparación de estos resultados con los reportados para otros países sugiere que los estudiantes griegos tuvieron valores de peso de las mochilas mucho más bajos en comparación con los estudiantes italianos y algunas escuelas de los Estados Unidos.

Por el contrario, los valores actuales del peso de las mochilas son más altos que los observados para los estudiantes de África del Norte y del Reino Unido. Sin embargo, los resultados de los autores coinciden con los de estudios previos, y sugieren que las mochilas pesadas parecen ser un problema en todo el mundo porque muchos estudiantes llevan bolsos con un peso mayor al límite del 10% del PC recomendado. Las características del peso de la mochila y las percepciones de los estudiantes pueden verse afectadas por el sistema educativo dentro del que se encuentran y el nivel socioeconómico de la comunidad. Un número de factores pueden caracterizar a cada sistema, todos los cuales deben ser considerados al interpretar los resultados de un estudio como el presente. Particularmente, la política educativa en Grecia es dirigida centralmente por el Ministerio de Educación y es la misma para todas las escuelas, ya sean privadas o públicas. En este estudio, solamente se evaluaron las escuelas públicas, ya que representan a la mayoría de las escuelas de Grecia.

Por otra parte, el departamento de educación proporciona a los estudiantes los libros de todas las asignaturas libres de gastos, por lo que cualquier efecto resultante de una pobre situación financiera en el peso de la mochila es poco probable. En base al plan de estudios nacional griego, los estudiantes rara vez cambian de salón de clases durante el día escolar. En la mayoría de los casos, desde la llegada a la escuela, las mochilas se mantienen en el salón de clases hasta el final del día. Se ha sugerido que las mochilas deben mantenerse en los armarios de los estudiantes, mientras que en algunos países las mochilas no están permitidas en la escuela por razones de seguridad. Ninguna de estas situaciones se aplica a las escuelas griegas. Los resultados de los autores sugieren claramente que es necesario el uso de casilleros en las escuelas griegas. Sin embargo, esta medida se debe aplicar sólo después de una cuidadosa consideración del plan de estudios y de las necesidades y preferencias de los alumnos. Por ejemplo, deberían proveerse guías para los estudiantes más jóvenes y sus padres para alcanzar así una reducción del peso de las mochilas. Por otra parte, los estudiantes mayores deberían estar motivados para dejar algunos libros en sus armarios personales para su futuro uso y alentados para evitar llevar objetos innecesarios a diario.

Direcciones para futuras investigaciones
Hay otros factores adicionales que podrían influir en el efecto del uso de mochilas que no se han tenido en cuenta en este estudio. Por ejemplo, la fuerza del hemicuerpo superior y el nivel de actividad física pueden influir en la capacidad del niño para controlar su postura al caminar. Esto también puede estar relacionado con la altura del cuerpo y la longitud de la mochila. Por ejemplo, incluso en el caso de 2 estudiantes que llevan la misma mochila, ésta puede cubrir toda la espalda del niño menor y por lo tanto causar mayor malestar en comparación con el niño más alto. La velocidad al caminar también puede afectar a la postura del niño durante el trayecto a la escuela, y no está claro si los efectos negativos de las mochilas pesadas aparecen durante la caminata en oposición a movimientos bruscos, como correr repentinamente o subir escaleras. Se necesitan investigaciones futuras para examinar el papel de cada uno de los factores anteriores y sus efectos combinados sobre el malestar musculo-esquelético en niños. El seguimiento de los perfiles de actividad diaria de los niños mientras caminan a la escuela puede proporcionar información adicional sobre los efectos de las mochilas en el dolor y el malestar  de los niños.

Limitaciones
Los resultados de este estudio se basan en un diseño de corte transversal. Es evidente que se necesita más información sobre los efectos de la edad y el sexo con una base longitudinal. Además, una limitación de este estudio fue que el peso de las mochilas se registró sólo durante 1 día. Por consiguiente, los datos registrados no pueden dar cuenta de la variación del peso de las mochilas durante toda una semana. Además, el 28% de la muestra inicial no aceptó participar en este estudio.

La experiencia de los autores de este proyecto sugiere que la participación de sujetos en estudios de detección es una tarea difícil, e incluso si el tamaño de las muestras fuera más grande, la proporción de estudiantes que se negaría a participar sería muy similar a la presentada. El lector debe ser consciente de estas limitaciones al interpretar estos resultados.

Conclusión

El peso relativo de las mochilas es mayor en menores (6-8 años) escolares en comparación con los de edad más avanzada; de manera similar, las niñas llevan (relativamente) mochilas más pesadas en comparación con los varones. Aproximadamente el 40% de los estudiantes, especialmente las niñas, reportan percepciones frecuentes de fatiga y de mochilas pesadas.

El futuro examen de los efectos del peso de las mochilas en los niños debe tener en cuenta que los niños más pequeños y las niñas pueden verse más afectados por las mochilas pesadas que los niños mayores y los varones. La comparación de estos resultados con observaciones hechas en otros países sugiere que el uso de mochilas pesadas tiene algunas características comunes entre los países. Sin embargo, también hay algunas diferencias potenciales originadas a partir del sistema escolar, la ubicación geográfica, y la cultura de cada país. Esto sugiere que el problema de las mochilas pesadas debe ser examinado tanto a nivel internacional como nacional.

Comentario: El uso de mochilas escolares con un peso excesivo puede traer consecuencias en la salud física del niño. Esta situación se ve favorecida por la menor edad y el sexo del niño, pero también por las exigencias del plan de estudios y las pautas culturales de cada país en particular. Se requieren estudios adicionales que evalúen la influencia del peso de las mochilas en el desarrollo de los niños y sus factores modificables a fin de crear políticas educativas que asesoren a estudiantes y padres sobre el nivel de carga seguro de las mochilas evitando de esta manera la repercución en la salud.

Orientaciones

¿Cómo elegir la mochila adecuada para un niño?

El uso de mochilas escolares con un peso excesivo puede traer consecuencias en la salud física del niño. Esta situación se ve favorecida por la menor edad y el sexo del niño, pero también por las exigencias del plan de estudios y las pautas culturales de cada país en particular.

¿Estás llevando una mochila pesada que crea tensión y dolor en el cuello, espalda superior o inferior de la espalda? 

Si es así, usted podría estar sufriendo de un problema de salud pública emergente que yo llamo el “síndrome de la Mochila”. Puede afectar a todos nosotros, pero especialmente a los niños y adultos jóvenes que llevan pesadas mochilas llenas de libros y útiles escolares.


Los estudios han demostrado que la realización de más de un 8% y luego 10% de su peso corporal en una mochila causará dolor de espalda. Por lo tanto, si un niño pesa 80 libras, de una mochila que pesa 8 libras los pone en riesgo de sufrir lesiones. La mayoría de mis pacientes niños con este problema lleves cargas pesadas, algunas con un peso de 30 libras!! Un niño llevaba un paquete que pesa 45 libras!!

Los síntomas del síndrome de la Mochila aparecen de repente o gradualmente durante días o semanas después de llevar mochilas pesadas. Desafortunadamente la mayoría de las personas no se dan cuenta de que los síntomas de este problema son el cuello y dolor de espalda superior, dolor de cabeza y dolor de espalda.

En la actualidad, el uso de la mochila en niños y jóvenes, más que comodidad, es una forma de estar a la moda. Por este motivo, muy pocas veces se toman en cuenta las consecuencias que su mal uso puede ocasionar. Por recomendación de expertos, es necesario que el padre de familia sea el encargado de elegir la mochila adecuada para su hijo o hija, valorando siempre la importancia de su salud y de su crecimiento.

El modelo recomendado es la mochila para cargar con ambos hombros, que posee una correa extra en el medio, la cual ajusta el tronco de la columna; de esa manera, se mantendrá una posición erguida de la espalda. Existe una segunda opción: la mochila de ruedas, pero con el nivel adecuado para la altura del niño. No se recomiendan las mochilas con asideros cruzados ni los bolsos, porque la carga recae en un solo lado. Por otra parte, el peso de la mochila es otro factor a tomar en cuenta. Guillermo Freire, traumatólogo y especialista en problemas de columna, responde a varias inquietudes con respecto al tema.

¿Cuál es el peso adecuado que debe tener la mochila?

Debe corresponder al 15% del peso total del niño. Si se sobrepasa este porcentaje, se producirá el “síndrome de la mochila”, que no es otra cosa que una lesión músculo-esquelética, la cual produce dolor excesivo en la espalda.

¿Cómo afecta el mal uso de la mochila?

Principalmente, trae malas formaciones musculares. Su mal uso es uno de los peores enemigos en el crecimiento. Es fundamental tener presente que, entre los 12 y los 14 años de edad, es el período de mayor desarrollo en el ser humano.

¿Qué mochila recomienda usted?

La de ruedas, con el peso y nivel adecuado para la altura de cada niño. 

Traducción y resumen:  Dr. Rafael Perez Garcia vía Emergency & Critical Care  



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