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domingo, 28 de julio de 2013

Día mundial de la hepatitis

Una fecha para tomar consciencia: La hepatitis viral es la causa principal de la cirrosis y del cáncer del hígado en todo el mundo. Más de 400 millones de personas tienen hepatitis viral crónica y la mayoría de ellas no saben que están infectadas.

CDC



Más de 400 millones de personas tienen hepatitis viral crónica y la mayoría de ellas no saben que están infectadas. En Emergency & Critical Care estamos preparando artículos sobre esta enfermedad y nos mantenemos a la expectativa de las ultimas actualizaciones de los organismos e instituciones internacionales y mundiales para ofrecerte la mejor información sobre la misma.   

Hepatitis viral

La hepatitis viral es una de las mayores amenazas a la salud mundial. Hay cinco tipos principales de hepatitis viral: hepatitis A, B, C, D y E. Todos los tipos de hepatitis viral pueden causar inflamación del hígado; sin embargo, las infecciones por hepatitis B y C pueden volverse crónicas de por vida.  Aproximadamente 1.4 millón de personas mueren cada año a causa de la hepatitis viral crónica.  Estas muertes ocurren principalmente por cirrosis o cáncer hepático causados por hepatitis B y hepatitis C.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que más de 400 millones de personas tienen hepatitis viral crónica en todo el mundo.  Solamente en los Estados Unidos, se calcula que 4.4 millones de personas viven con hepatitis crónica y la mayoría no sabe que tiene la infección.

Hepatitis A

La hepatitis A se puede transmitir a través de los alimentos o el agua contaminados con materia fecal, incluso en cantidades microscópicas. Esto ocurre con más frecuencia en países en donde la hepatitis A es común, especialmente si la higiene personal o las condiciones sanitarias son malas. La contaminación de los alimentos puede ocurrir en cualquier etapa: mientras se cultivan, durante la recolección de la cosecha, en su procesamiento, cuando se manipulan y hasta después de cocinarlos. La mejor manera de prevenir la infección por hepatitis A es ponerse una vacuna segura y eficaz.

Los CDC están colaborando con los funcionarios de salud pública de varios estados y con la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) en la investigación de los brotes de infecciones por el virus de la hepatitis A*relacionados con las semillas de granada de Turquía.

Pese a que los brotes de hepatitis A transmitida por los alimentos no son comunes en los Estados Unidos, la cadena alimentaria global hace posibles los brotes. El actual incluye unas 150 personas en el suroccidente de los Estados Unidos, quienes consumieron una mezcla de bayas (cerezas, arándanos, frambuesas y fresas) congeladas con semillas de granada de una marca específica. El producto se retiró del mercado, pero la investigación continúa. Dicho producto tiene una larga vigencia para consumo y los síntomas de la infección por hepatitis A pueden demorarse hasta 6 semanas en aparecer, de manera que podrían seguir enfermándose muchas más personas. Es importante que los consumidores revisen los congeladores en sus casas para ver si tienen el producto que se retiró del mercado y que no lo consuman. 

Hepatitis B

La hepatitis B es común en muchos lugares del mundo, especialmente en los países de Asia y África.  En los Estados Unidos, se calcula que 1 de cada 12 asiáticoamericanos e isleños del Pacífico (AAPI, por sus siglas en inglés) tiene hepatitis B, pero hasta 2 de cada 3 no saben que están infectados. Si usted o sus padres nacieron en Asia o en la islas del Pacífico, hable con su médico acerca de la prueba de detección de la hepatitis B. Hay una vacuna segura y eficaz para prevenirla.

Hepatitis C

La hepatitis C es una enfermedad del hígado grave causada por la infección por el virus de la hepatitis C. Su gravedad puede variar desde una afección leve que dure pocas semanas hasta una enfermedad grave que dure toda la vida. La hepatitis C por lo general se propaga cuando la sangre de una persona infectada con el virus de la hepatitis C entra al cuerpo de una persona no infectada.

A diferencia de la hepatitis A y la hepatitis B, no existe una vacuna para prevenir la hepatitis C. La mejor manera de prevenirla es evitar conductas que puedan transmitir esa enfermedad, como compartir agujas u otra clase de instrumentos para inyectarse sustancias cosméticas, drogas o esteroides.




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