- La provisión de una nutrición e hidratación apropiadas es un sello de calidad de la atención compasiva pero suele ser descuidada en toda clase de servicios asistenciales.
- Este problema no es nuevo y ha sido reportado en la literatura médica durante casi cuatro décadas.
- Las consecuencias son clínica y financieramente costosas.
- Los pacientes desnutridos tienen déficit de calorías, proteínas, vitaminas o minerales, con apreciables efectos adversos corporales.
- Los pacientes en riesgo son los que ingieren pocas cantidades o tienen anorexia, disfagia, enfermedad crónica o una alteración funcional, social o cognitiva.
- Los autores afirman que “ahora es el momento para de considerar seriamente la ingesta de líquidos y alimentos, no solo en los hospitales sino también en las internaciones domiciliarias y la comunidad.
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